boom boom

Es curioso, llevo un tiempo pensando en una reflexión, ¿son los perros reflejos de sus dueños? Actúan de forma premeditada, los perros al copiar el comportamiento de sus dueños? , ¿o es el destino el que empareja a perros y dueños? aunque ese termino no me gusta nada, el de dueños, para mí quizás mejor decir compañeros, amigos, o simplemente familia.

Si eso es así, muy bien se pueden conocer a los “dueños” simplemente observando a sus perros, si ves un perro cabrón que no deja de ladrar, que amenaza con morder, que lo único que quiere es morder la mano del que se le acerca, ¿estaríamos ante un dueño que sea un asesino en potencia?.

Creo que no tiene nada que ver. Es decir, en algunos casos, por ejemplo el perro de Hitler, el que vivió con él, hasta sus últimos días del III Reich en un búnker en Berlín, era un santo, me consta, sin embargo, su dueño era… bueno, su dueño era Hitler, simplemente Hitler. Un loco, único como cabecilla del fascismo del siglo XX, con muchos seguidores por toda Europa, América, Asia, África, y la Luna.

Así pues, eso quiere decir que el perro no tiene porque ser el reflejo de su dueño, ¿es eso? Puede ser, pero tal vez, la forma en la que se educa al perro, condiciona también su carácter, un hombre bondadoso y cariñoso puede haber educado a su perro para que defienda su hogar, y su perro ser una fiera total, del mismo modo, pero el ejemplo inverso, es ese del perro del cerdo ése, del que ya no voy a repetir más su nombre. (hitler) lo repetí, lo siento.

Entonces, ¿qué? Quiero decir, o mejor dicho preguntar, ¿a qué viene todo esto? Pues, que a lo mejor, a veces el destino hace que un animal que vive en el mundo que es igual que tú, llega a tu vida, y os complementáis perfectamente, o a lo mejor, no, y no os parecéis en nada. el destino es el destino, y la voluntad de seguirlo, al destino, una cosa extraña.

Sin embargo, Quiero hablar de una perrita, no sé la edad que tiene ni la raza, es una mezcla curiosa que da como resultado a una elegante can, de formas delgadas, y tamaño mediano, y con la mirada sabia, y al mismo tiempo, escapista, inteligente hasta la extenuación, bondadosa, ociosa, protectora de los suyos, y perfectamente independiente. Y es curioso, porque esas cualidades, todas esas y muchas más, también las comparte la persona con la que le ha tocado compartir su existencia. Es decir, su “dueña”. Es decir, la chica por la que mi vida hace boom boom.

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