DÍAS MEJORES ESTÁN POR LLEGAR

Frodo me mira, salgo del bar con un boli prestado en la mano y Frodo atado a la silla me mira, es mi amigo, un gran amigo. Me dirijo hacia él, lo cojo en mis brazos y lo subo a mi regazo, al mismo tiempo que inicio un viaje escrito con un bolígrafo prestado, en una terraza cualquiera, una tarde cualquiera, en una vida cualquiera.


Amy ha muerto, este sábado fue encontrada muerta en su casa a la edad de 27 años, la misma a la que otros genios de los pentagramas musicales dijeron adiós a sus existencias terrenales, ¿quiénes? Kurt Cobain, Janis Joplin o el mismísimo Jimi Hendrix. ¡Ojo! Para mí estos tres son incomparables, y Amy a su lado sólo es una atormentada adolescente con síndrome de Peter Pan.


Hoy en el facebook, la Biblia de la torre de babel del siglo XXI, el gran hermano particular y casero de cada uno de sus suscriptores, estaba plagado de vídeos de ella, de Amy, y de comentarios, que destacaban su gran voz, sus excelentes canciones y un final anunciado y por fin el sábado sentenciado. La gente comentaba de su adición a las drogas (creo que era consumidora de caballo) y al alcohol (creo que se bebía hasta el alcohol etílico de 98 grados).


A veces me pregunto cosas extrañas, como Woody Allen en Medianoche en París, ¿cómo sería mi vida si hubiese nacido en otra época? Por ejemplo, si mi edad de gamberrismo y aduanas hubiese coincidido con el idilio popular del rock, del rock duro, sinfónico, y el glam de los años 70. No es lo mismo acudir al estreno de El Apartamento de B. Wilder, que verla por primera vez en una caja tonta de 25”, 40 años después de su estreno.


Al citar los años 70, musicalmente, y personalmente, es decir para mí, los destaco como los mejores años de la historia de la música popular, y por eso, quizás si tuviese una máquina del tiempo escondida en el armario ropero de mi cuarto, la utilizaría para ir a aquella época y escuchar a aquellos que ahora han muerto, pero que en su día reinventaron casi hasta la forma de respirar. Sin embargo, la decepción llega a mi cordura, no hay máquina del tiempo, y la que termina de fallecer no es la voz única de la Janis, no, es otra, se trata de otra.


Por otro lado, esta mañana, en mi recorrido matutino por la prensa digital me he empapado de todos los detalles de todo lo acontecido en Noruega estos días pasados. Un nazi, un ultra conservador, bajo su propio auspicio, de credo y religión, convencido de pasar a la historia, mató a más de 90 jóvenes noruegos, la mayoría adolescentes simpatizantes del Partido Laborista, algo así como las Juventudes Socialistas de PSOE. Esta noticia, sinceramente me ha entristecido mucho más que la auto inmolación de una blanca con voz de negra.


A mitad de mañana una conversación:


PETER: ¿estás mejor de la tripa?

ANGELUS: mejor.

PETER: me alegro.

ANGELUS: (ironía) triste por la muerte de Amy.

PETER: (ironía) ya te digo a su lado lo de Noruega, es un mal chiste.

ANGELUS: yo he puesto en facebook una foto de Somalia. Cada dos segundos muere una persona de hambre.

PETER: cada día mueren 100 mil personas de hambre, de almas polvorientas, anónimas que desconocen quien fue Amy, el facebook y el iphone.


Silencio.


Pues eso, que estamos mal, muy mal, en crisis y todo eso, pero desde hace decenios, la gente en el tercer mundo muere de hambre, porque sus gobiernos son corruptos, y ceden sus materias primas y ricas a las multinacionales energéticas, farmacéuticas, y quien sabe a quien o que más, a cambio, de dinero para el disfrute del tirano de turno, que gobierna... con un pueblo que muere cada día, y al que poco importa el hambre, la enfermedad y la muerte. Pero los culpables, no son ellos, en todo caso, occidente.


100 mil personas son muchas, 100.000, cien mil, escrito en letra o en números, como quieras, siguen siendo muchas para decir que son pocas, o para decir: “ya, pero ¿qué podemos hacer?”. ¿Realmente podemos hacer algo? Me gustaría pensar que sí, a lo mejor el primer paso consiste en tomar conciencia, y en segundo lugar, actuar.


Cuando uno está concienciado de que este hecho sucede todos los días, los goles de Messi importan menos, al igual que las actualizaciones del Apps Store, o al igual que la muerte – suicidio de una negra, con voz de negra, disfrazada de yonki blanca. Para mí, que muriese una sola persona de hambre en el mundo cada día, ya me parecería una atrocidad, pero es que no se trata de una, sino de 99.999 personas más. Como si en la ciudad de Valencia y alrededores todos los días expirasen un 10% de su población, en diez días no quedaría nadie, la estúpida ciudad de las ciencias vacía, el barrio del Carmen vacío, la calles, los bares, los negocios, la ausencia de sombras humanas sobre el asfalto.


El caso, es que esta cifra, 100 mil, me la desveló un profesor de Relaciones Internacionales en la facultad donde estudié, esto fue hace 12 años, así que multiplica 100 mil por 4380 días, que son el equivalente a los días transcurridos en 12 años y sale una cifra de 438 millones de personas muertas por hambruna en 12 años.


438.000.000 personas.


Pero estas noticias no salen en la caja tonta, no interesa, esta cifra no vende coca-colas, ni discos, ni películas, ni si quiera barras de pan. Muchas veces, escucho: “tu perro qué humano es”. El término “humano” la gente lo utiliza como sinónimo de bueno, y yo extraigo mis propias conclusiones, si eso es así, entonces merecemos ser exterminados para que la vida siga, y “vida” la utilizo como antónimo de ser humano.

LA SONRISA ETERNA

Anoche se nos ocurrió una freakada, un reality show nuevo, único, revitalizador, azotador de nuestras conciencias y de los contenidos de nuestras cajas tontas. La situación fue la siguiente, imagina a dos amigos que por extraños motivos han conducido sus semanas por derroteros muy diferentes, uno extenuado de una noche sin final, y el otro extenuado de una vida sin final, se encuentran al borde de un abismo, que no del abismo, pues abismos hay millones.


Sigamos, los dos amigos cenan un kebab, en la calle, sentados en un banco de piedra y mármol, les acompaña el inseparable perro de uno de estos dos amigos. La cosa es que delante de ellos aparecen un chico y una chica, son jóvenes, 14 ó 15, ó 16. Son inmigrantes. Y mi amigo y yo sin darnos cuenta empezamos a hablar sobre esa extraña pareja.


YO: ¿qué edad deben tener?

ÉL: 14 ó 15

YO: ¿te acuerdas cuando teníamos esa edad?

ÉL: claro, no nos comíamos una rosca.

YO: como si ahora nos comiésemos muchas.

ÉL: habla por ti.

YO: está bien, hablaré por mí.


Se quedan callados. De golpe nos fijamos, en estos dos personajes, llevan un pinganillo, y un micro de corbata, y están iluminados y de golpe, vienen los de vestuario, y les visten, a uno de pollito y al otro de pokemón, como por arte de magia, los visten en un segundo, es un disfraz tipo el programa aquel patético de humor amarillo donde los jueces iban disfrazados, y solo se les veía la cara. Hablan a cámara.


ÉL: bienvenidos teleespectadores.

YO: eso, bienvenidos, a nuestro programa de tv.

ÉL: que se llama, la sonrisa eterna.

YO: ¿por qué se llama así?

ÉL: ¿y por qué no?

YO: hombre, el programa no va de reírse eternamente.

ÉL: ¿no?


Los miramos, disfrazados, solo se le ve la cara. Están ridículos.


YO: es un programa serio, muy serio.

ÉL: ¿tú crees?

YO: qué más da!!!! Empezamos.

ÉL: hace un rato que hemos empezado,

YO: siempre nos pillan hablando o discutiendo o haciendo el gilipollas.

ÉL: si siempre nos pillan haciendo eso, tal vez sea por es lo que siempre hacemos, al mismo tiempo que es lo único que sabemos hacer.

YO: puede ser… (a cámara) Bienvenidos a Sonrisa Eterna, tu reality show preferido.

ÉL: eso, a tu reality show preferido. Hoy nos hayamos en la calle músico argenter, en la ciudad de Valencia. Un barrio de raíces humildes, con un gran problema de paro, con mucha inmigración y muchos jóvenes desairados que practican el noble arte del botellón, con bares de dos nombres pero en realidad se trata de un solo bar, regentado por chinos que no hablan español…

YO: y nos encontramos justo delante de un portal.

ÉL: delante de…

YO: una joven pareja de 14 ó 15 años.

ÉL: ¿habrán hecho alguna vez el amor?

YO: ¿entre ellos o con otras personas? ¿o pagando?

ÉL: pues no lo sé, no sé que responder. Quizás deberíamos preguntar a nuestro primer experto.

YO: muy bien.

ÉL: demos la bienvenido a “el distribuidor”.


Vemos un colaborador, “el distribuidor”, va vestido con traje, corbata, mide 1,65 cm, y pesa 55 kilos, pelo corto, en su mirada un toque de suciedad sexual. Está sentado.


YO: hola queridísimo distribuidor. ¿Cómo ve las opciones de hoy, el chico conseguirá quitarle las braguitas a la chica?

DISTRIBUIDOR: si yo fuera él hace 5 minutos que ya le estaría comiendo el tesorito.

ÉL: esto no se puede decir en tv,

YO: censurado, hoy has batido tu propio recórd, censurado en tu primera frase.


Vemos una imagen de “el distribuidor”, sentado en una silla junto a los presentadores, y la palabra censurado se coloca encima de su imagen, su imagen se congela. Sigue el programa.


ÉL: ¿y ahora?

YO: explica, explica un poco de que va el programa, igual hay telespectadores que nos han sintonizado hoy por primera vez, y quizás anden un poco perdidos.

ÉL: está bien, este reality show, tiene como fin mostrar como parejas de todos los tipos dan ese primer paso para ligar con otras personas. Y tú y yo, somos los presentadores, conductores y consejeros más racionales que aconsejan como cosas hacer o no hacer para tener pareja o un ligue ocasional.

YO: ¿pero tú tienes pareja?

ÉL: no.

YO: ¿y algún ligue ocasional?

ÉL: no, bueno, a veces sí, de forma ocasional…. ¿Y tú?

YO: yo tampoco.

ÉL: ¿entones como vamos a aconsejar a los telespectadores?

YO: bueno, quizás podamos orientar que no deben hacer para terminar solos como tú y yo.

ÉL: buen argumento. Vamos a fijarnos un poco en la joven pareja.

YO: el chico está apoyado en el marco-quicio del portal, con las manos en los bolsillos, la espalada apoyada en el quicio, el pie le baila un poco… ¿qué tienes que decir?

ÉL: su lenguaje corporal no dice mucho en su favor, si has acompañado a un chica hasta su casa, no puedes tener ese lenguaje corporal, denota un gran pasotismo.

YO: quizás esté nervioso.

ÉL: o quizás sea un auténtico panoli… y ella.

YO: bueno ella, abre y cierra la puerta, sube su pierna, abre la puerta, la vuelve a cerrar, está nerviosa, repite compulsivamente este gesto.

ÉL: y su vestuario…

YO: tiene el cinturón subido a la altura de las tetas.

ÉL: desde luego el lenguaje corporal de ella, es completamente diferente.

YO: preguntemos al perro.

ÉL: eso.

YO: perro tú que crees que va a pasar esta noche.


Vemos al perro quieto sin moverse, sin decir nada.


ÉL: de momento el perro prefiere callar, y no dar su opinión.

YO: quizás deberíamos dar paso a nuestro segundo invitado.

ÉL: está bien… con todos ustedes…

YO: el inexperto experto….


Aparece un hombre de mirada sombría, y nariz aguileña.


ÉL: qué inexperto? Esta semana has follado?

INEXPERTO: no.

YO: y en tu vida, has follado?

INEXPERTO: ¿cuentan las veces que he follado dormido?

ÉL: no.

INEXPERTO: entonces he follado una sola vez…

YO: ¿cómo ves la noche de hoy?

INEXPERTO: el chaval me recuerda a mí..

ÉL: sí, es cierto, tiene tu mismo perfil aguileño…

INEXPERTO: sí eso también.

YO: quizás si tuviese otra actitud…

INEXPERTO: lo veo complicado, el chaval está cómodo apoyado en el quicio, y cuando uno tiene una posición cómoda, es difícil cambiar de posición…

ÉL: por eso has follado una sola vez en tu vida, ¿no?

INEXPERTO: ehhhhh…


Silencio, nos fijamos en la joven pareja, el chico sigue apoyado sin hacer nada, la chica se mueve se contonea, se insinúa, pero no se deciden.


YO: bueno querido pokemon…

ÉL: dime querido pollito.

YO: creo que es el momento de recoger el punto de vista de nuestra caricaturista profesional,


Se levantan, y vemos una mesa pupitre con un flexo y un hombre de unos 42 ó 43 años, calvo, muy blanquito de piel, que dibuja la situación, a modo de los dibujantes de los juicios, que hacen dibujos de los propios juicios, de los testigos, de los acusados, etc, él en este caso, dibuja a la joven pareja.


ÉL: ¿cómo lo llevas Antonio?

ANTONIO: te he dicho que no me llames por mi nombre…

YO: ¿por qué no Antonio?

ANTONIO: porque podrían reconocerme.

ÉL: hombre, sales en la tv, de eso se trata ¿no?

ANTONIO: Ehhhhh..

YO: ¿nos enseñas tu dibujo?

ANTONIO: claro, mirad, he dibujado una puerta giratoria porque ella no hace más que abrir y cerrar la puerta, y a él lo he dibujado sin piernas, ya que no las utiliza, sin brazos ya que no los utiliza y sin polla porque esta noche tampoco la va a utilizar…

ÉL: fantástico Antonio, eres todo un maestro de la conceptualización del dibujo, extraordinario…

ANTONIO: gracias, por cierto, creo que soy asperger.


Silencio, los presentadores vuelven a sentarse en su banquito,


YO: pues ahí sigue la joven pareja, la misma actitud ante la vida.

ÉL: el mismo no entusiasmo de él.

YO: ella abriendo sus piernas.

ÉL: él sin inmutarse.

YO: ella con el cinturón debajo de las tetas.

ÉL: realmente ella ha elegido a uno de los chicos más feos de la ciudad.

YO: sobre gusto colores,

ÉL: sobre gustos no hay nada escrito.

YO: pero es que su lenguaje corporal es pasivo inactivo, así no va a conseguir nada.

ÉL: porque no pasa nada por ser feo, siempre puede representar el papel de chico simpático y gracioso,

YO: pero es que no se mueve.

ÉL: mira al perro,


El perro sigue en a misma posición, se ha dormido.


YO: si hasta el perro se ha dormido de puro aburrimiento.

ÉL: quien fuera perro y pudiese dormir en estas situaciones.

YO: atención que hay movimiento…

El chico de 15 años se mueve, se separa de la puerta se aleja. Se va.

ÉL: el chico no lo ha conseguido.

YO: yo no tenía ninguna duda de que no lo iba a conseguir.

ÉL: ni yo.

YO: ahora la chica está llamando al negro que vive puerta con puerta con su casa.

ÉL: y seguro que mandinga no tiene problemas y la hace feliz durante unas horitas.

YO: y él?

ÉL: el chico se aleja, casi lo perdemos de vista. Es curioso, sigue con las manos en los bolsillos, a lo mejor se está haciendo una paja.

YO: pues no le queda nada para aprender de la vida.

ÉL: y hasta aquí el programa de hoy.

YO: recuerden la sonrisa eterna, su mejor reality show del mundo mundial.

ÉL: eso.


Se quedan callados, sin decir nada, desparecen los focos, los invitados, los disfraces de pollito y pokemon.

Se quedan solos.


YO: creo que debería escribir mañana sobre esto.

ÉL: claro tío.

YO: el mejor peor programa de la historia de la tv.

ÉL: ese es el objetivo.

YO: ¿hay acaso otro objetivo mejor?


Fin.

Si la has visto, házmelo saber

No hay trabajo en esta ciudad, en esta asquerosa ciudad. Mi destino camina por separado de mis deseos, mis sueños y mis ilusiones. ¿Pero qué clase de cosas son ésas?, o lo que es más importante ¿para qué las necesito?, y la pregunta más vital todavía: ¿hacia dónde va mi vida?


No lo sé, no sé nada, al igual que el viejo verde de Sócrates. Todos esos viejos griegos eran unos enfermos sexuales. El Banquete por ejemplo, es la recreación de una gran bacanal, y los momentos del medio son largas conversaciones profundas. Supongo que si yo anduviese todo el día follando, dando placer a mi cuerpo y mis instintos, también tendría tiempo para grandes diálogos filosóficos.


Pero no ando con mujeres, no ando con nada. Llevo dos semanas y un día encerrado en una clase de prisión diferente. A veces por la noche, tengo sueños bonitos, sueños húmedos con hermosas mujeres, sueños placenteros. Y cuando terminan, abro los ojos y observo mi soledad. Soy un hombre solitario, ¿por qué? ¿por qué no soy como los demás? Está claro, los demás con sus perezosas conversaciones me aburren, y yo ya tengo bastante aburrimiento en solitario como para querer algo más de aburrimiento compartido.


Hace un tibio sol, y el calor de julio me ha dado un respiro; eso está bien, ojala la vida también me diese un respiro, ya sea espiritual o completamente físico. Los griegos, esos viejos sabios eyaculadotes en los culos de sus discípulos decían: “cuerpo y mente son uno”, y qué razón tenían.


Pero yo no soy griego, ni viejo, ni sodomita, ¿qué soy? Sólo una voz atrapada en medio de un decibelio. O sea, nada. Ahora para todo cojo la bici, en dos días dos pinchazos, necesito comprar parches para los pinchazos, y una cámara nueva de repuesto, pero no tengo ni 5 en el bolsillo. Debería poner un anuncio en el periódico: “HOMBRE ADULTO BUSCA” y mi número de móvil al lado. Desde siempre tuve la extraña cualidad de atraer a perturbados que quieren ser amigos míos. El otro día por ejemplo, estaba en la parada de metro de mi pueblo, y se me acerca un gigante de 2 metros y 150 kilos de mierda embutida bajo su piel, sus ojos no expresaban nada, sólo el rubor de un silencio nauseabundo. Yo esperaba a un amigo, el primer amigo que viene a verme a mi pueblo en años, y la masa compacta de heces y aceite hirviendo en su mirada se me acerca.


_Oye boniato, dame un cigarro_ dijo.

_¿cómo? ¿boniato?¿me has llamado boniato? Estás loco, gordo seboso amanerado, yo soy la nada, soy una mierda gigante, no tan grande como tú, pero igualmente una mierda gigante… te has confundido de día, de hora, de semana, de mes, de milenio, y lo que es más importante, de persona. Vete de aquí si no quieres que te arranque el corazón y me lo coma antes de que mueras desangrado_ contesté yo.


El loco se fue, se alejó, me dejó en paz, durante 3 segundos, luego me miró, y se sentó a mi lado.


_Perdona tío, sé que no debo llamar a nadie boniato, lo sé_ dijo.

_Pues para saberlo, bien que me has llamado boniato_ contesté _aléjate, estoy loco, y te puedo arrancar tu asqueroso corazón antes de que cuentes dos_ insistí.


La mierda flotante apestaba, pero no se movía.


_Pareces un buen tío, lo siento, ¿quieres ser mi amigo?_ preguntó.

_No, no necesito a otro loco en mi vida_ contesté.


Se fue y yo me quedé esperando a mi amigo, llegó el metro, llegó él, y nos fuimos a un bar, nos bebimos un par de cervezas, pedimos la de más alta gradación, hablamos de lo mundano y de lo divino, de lo absurdo y lo profundo, fue maravilloso, tener un amigo con el que poder hablar de estas cosas es fundamental en la vida. Y después cogió el metro y se alejó en un vagón vacío. Yo cogí la bici, y me fui pedaleando entre naranjos a mi casa, el camino estaba oscuro como la boca de un lobo enfermo y solitario.


¿Y ahora? Ahora es lunes, por la tarde, he cogido la bici, para respirar, he ido al taller, me dijeron que el coche estaría arreglado el viernes, así que me acerqué al taller. Al entrar lo vi subido a lo alto de un potro, parecía indefenso, como un paciente en un quirófano en mitad de una operación a pecho descubierto y abierto. Hablé con el dueño.


_Estará mañana o pasado, seguro, pasado seguro_ dijo.


Y me vine a un bar, a una terraza, me senté en una silla, abrí un libro, leí durante 32 minutos y 15 segundos, cerré el libro y escribí todo esto.


“HOMBRE ADULTO BUSCA”, eso lo sé, ¿pero qué busca? ¿mi vida? Si la has visto, házmelo saber.

OSMO (Un timo, una estafa, una burla a la inteligencia, o el arte de engañar a los parados de este país) AQUA.

Sé que una de las normas básicas que debe regir todo tipo de títulos de libros, relatos, artículos de opinión o titulares de noticias debe ser lo más breve y sintéticos posibles, eso me lo enseñaron en la facultad, pero ¿acaso no se aprende más desaprendiendo? Es decir, hay que seguir unas normas que te establece este mundo, pero que sucede cuando el mundo no es exactamente como te han dicho que era. Entonces cuando tomas conciencia de la cantidad de mierda que salpica nuestros días, aprendes más en dos minutos que en 10 años.

A continuación, una serie de hechos en los que me he visto envuelto en estos últimos días. Para ello, resucito a mi querido personaje Peter Lubosky, porque Peter, esto lo cuenta mucho mejor que yo.

“se me ha roto el coche, se me ha jodido, salía de casa, y a los 500 metros el coche se ha parado, mierda, no sé de mecánica, ni de motor, ni de ruedas ni de ruedecitas… llevo el coche al taller, y me dicen: “esto es la correa de distribución, la reparación son 1400 euros.”

En paro, sigo en paro, estamos en crisis, y ha llegado el verano, no tengo 1400 euros, ¿cómo reparo el coche, cómo reparo mi vida, como reparo mis sueños…? es difícil, he firmado los papeles del divorcio, estoy esperando una llamada de juzgados, para ir, y firmar y recoger los papeles y quedar nueva y legalmente soltero.

Soy una pelota que se arrastra por el asfalto, vivo en mitad del campo, y la necesidad de un vehículo para moverme, me condiciona completamente. Pero se me ocurre coger la bici para subir y bajar a Valencia, cada vez que quiera ir, a Valencia, 21 km de ida, y otros 21 de vuelta, 40 minutos para ir, y una hora para volver, debido, a que la ida se hace cuesta abajo, gran parte del trayecto, y la vuelta se hace cuesta arriba.

Soy un imbécil que mueve los pedales por el mundo, soy Jack el que camina en pleno sol de julio, con mis rizos al viento, con mi alma sujeta con alfileres a la vida… en mi paseos pienso en todo, en mi futuro, en mi pasado, en mi presente, y me siento desdichado, podría sentirme bien, porque he pasado grandes momentos en esta vida, podría sentirme vivo porque he amado como un loco, pero también he sufrido como un loco…

Abro Internet y busco trabajo, quiero ser guionista, quiero ser escritor, quiero ser alguien que hace algo con las palabras, que las acaricia, que les administra un poco de mordiente para sacar recetas milagrosas que mejoren mi presente. Me inscribo en ofertas de todo tipo, comercial, azafato, vendedor, gilipollas, prostituta… esas son la mayoría de ofertas que me ofrecen, y me inscribo en todas ellas.

Pasan los días, no llama nadie. Pasan más días y me llaman de una entrevista. Voy por la tarde, a la empresa para hacer la entrevista, me hacen esperar casi 50 minutos, la entrevista dura 3 minutos, me dicen que me llamarán. Noto algo raro en el ambiente, una especie de premonición, mi locura transitoria que me avisa de que algo no funciona, me convenzo a mí mismo de que se trata de una falsa premonición.

Pasa un día, me llaman, y me convocan para una segunda entrevista. Es al día siguiente, acudo, han seleccionado a 8 ó 9 personas, no las cuento, me da pereza contar personas, soy un escupitajo que baja por mi espalda, soy una pelota pinchada, soy un alma moribunda, soy un sapo sin branquias, soy un muerto sin huesos… y en este estado, contar cosas nunca se me dio bien.

Acudo a esa segunda entrevista, en esta vida yo ya he trabajado de comercial, vendiendo cámaras de foto, de vídeo, vendiendo coca- colas, vendiendo juegos de magias. La segunda entrevista consiste en una demostración del producto que quieren que nosotros como comerciales, vendamos. No explican bien los términos de los contratos, son enrevesados, les gusta ser enrevesados, aman ser enrevesados. Mi sexto sentido tiene un piloto rojo encendido, “advertencia, advertencia” dice el piloto, pero no le hago caso, necesito el dinero, el coche duerme el taller hace 10 días, necesito el dinero, porque desgraciadamente en esta asquerosa vida, que hemos creado todos los seres humanos e inhumanos, no se puede vivir sin dinero.

Hacen la demostración del producto, me recuerdan a los juegos de magia, que yo hacía, nada por aquí, nada por allá, tachán, tachán….

La empresa en cuestión, se llama… eh, en fin, no puedo decir el nombre… se dedica a vender aparatos para purificar el agua, y para descalcificarla también. La empresa en cuestión, tiene hasta tres nombres diferentes, eso me suena mal, el piloto de advertencia, se ha puesto más rojo y sangrante que nunca, a tomar por culo, la empresa se llama Osmo H2 O, (hache dos o significa agua, o aqua) aunque también se llama como los top manta, coge la primera parte, Top y segunda del nombre agua en inglés, es decir water. Me considero inteligente porque termino de decir dos de los nombres que tiene la empresa, sin decirlo claramente, yo como ellos juego al despiste, y evito que me puedan denunciar por injurias. Cosa que sé que ya han hecho con otros empleados estafados.

Termina la segunda presentación, me dicen que tengo que llamar para ver si hemos sido seleccionados, es la primera vez en mi vida que me hacen llamar para ver si estoy contratado, pero trago, me trago mi orgullo, esa bandera de idealismo que adornaba mi moral. Llamo, me han seleccionado, empiezo a trabajar al día siguiente. Acto seguido llamo al taller y les dijo “arreglar mi coche, podré pagarlo” pienso en mi vida, en mi futuro, pienso en mi esperanza, pienso, estoy vivo y me doy por satisfecho.

El primer día de trabajo, antes de empezar a hablar de trabajo, y de formarnos, como técnicos analistas comerciales de osmosis, me hablan de Thomas Alba Edison, dicen que es el mayor inventor de todos los tiempos, entre otras cosas de la bombilla.

Me acuerdo otra vez de la facultad, teníamos un profesor de arte, que nos habló de Edison, nos contó su verdadera historia, Edison no inventó nada, robó multitud de patentes, y las patentó en USA, el peor país del mundo, allí se le venera como un gran inventor, si vas a USA y preguntas quien inventó el cine, no te dirán los hermanos Lumiere, que es la respuesta correcta, te dirán: "Edison", porque fue quien patentó el invento de los hermanos franceses en una oficina de patentes de yankeelandia, el país de los borregos dormidos.

Dicen que esta empresa depende directamente de la genialidad de Edison que fue quien puso en marcha una microempresa, que sigue viva en nuestros días como una macro empresa. Y que nuestro trabajo será difundir su gran palabra. Mientras nos llenan la cabeza de toda esta mierda, me muerdo tan fuerte la lengua que casi la separo en dos. Sigue el primer día de trabajo, el curso de formación ha empezado mal, y lo que viene a continuación todavía es peor, nos hablan de viajes, nos hablan, de ir a Las Vegas, de que han ido a Las Vegas, como viaje de recompensa por las maravillosas ventas que han tenido, y que ahora, el siguiente viaje es a Ibiza, el último gran fin de semana del verano, a mediados de septiembre. El piloto de mi sexto sentido está a punto de reventar, si Bukowski pudo yo también me digo, pero Buk, era un genio, y yo dentro de poco sólo voy a ser un aspirante a escritor con un piloto roto. Yo no quiero viajes, quiero pasta, necesito pasta, no viajes...

Por fin dan paso a la demostración de su producto, convierten el agua de mierda llena de cloro y otras impurezas de Valencia, en agua de manantial. Parece maravilloso, parece extraordinario. No nos dicen que vale el producto, que lo sabremos todo a su debido tiempo, el curso de formación durará varios días, pero llega el medio día, y por la tarde tenemos que ir a casa de amigos nuestros, de familiares nuestros, para hacer prácticas con lo que hemos aprendido, como son prácticas, no se trata de vender, como son amigos nuestros, nos dejarán equivocarnos.

A los 8 ó 9 gilipollas que hemos sido seleccionados, nos sacan y nos meten constantemente de la sala de formación, “firma esto, haz una flexión, mastúrbame con más fuerza…” nos engañan, ya no tengo ninguna duda, ya me he metido en otro lío, ya me han visto cara de gilipollas, cara de pardillo. Como soy tan eficiente como puedo, consigo 8 citas con conocidos y amigos, les pido el favor personal, y ellos acceden, aún hay gente buena en este mundo, menos mal, son una especie en extinción, bravo por ellos, les admiro, a mis amigos y conocidos, por dejarse avasallar por un cenutrio como yo.

Por la tarde mientras voy en el coche con un comercial experto, que va a hacer la demostración del milagro de los panes y los peces, yo voy callado, escuchando sus tonterías, me pregunta cosas, me dice “hay que conseguir las ventas, hay que empezar ya, tú calla y observa como trabajo, son amigos tuyos, pero les vamos a vender un milagro”.

La primera víctima es una amiga mía, y su madre, es mi mejor amiga, la conozco hace más de 11 años, es como mi hermana pequeña, llegamos a la puerta, el comercial experto baja del coche, “les vamos a decir que vale 7000 euros y se lo vamos a vender por 5200 euros, tú calla y observa”. Me siento mal, tengo náuseas, quiero morirme, aunque recuerdo que ya estoy muerto, ¿cómo muere un zombie? ¿cómo muere un muerto que ya está muerto? Preguntas absurdas se agolpan en mi mente, preguntas y más preguntas…

La entrevista - demostración dura más de dos horas, siento vergüenza, el comercial actúa, interpreta un papel, hace el ridículo, yo soy actor, y es la peor actuación que he visto en mi vida, el teatro para el teatro, no para la calle. La madre de mi amiga se niega a comprarlo, y a dar nombres de personas que puedan estar interesadas en el producto, lo descarta por caro, por carísimo, yo respiro, salimos a la calle, y el comercial dice que la culpa es de mi amiga, que la venta ya estaba casi cerrada, pero que mi amiga ponía mala cara. Yo le digo que no, que ha dicho que no, porque el producto es carísimo. Empiezo a desconfiar de todo, otra vez.

Otra vez vuelta a la desconfianza, un mundo sin confianza, una vida sin confianza, es como vivir en estado de guerra permanente, vigilando tu sombra, vigilando tus espaldas, vigilando. Odio desconfiar, somos lo que somos por gente y empresas como ésta, estafadores, ESTAFADORES, MENTIROSOS, CARROÑEROS, HIJOS DE PUTA, EMBAUCADORES…

Se me ha caído la siguiente visita demostración y la de la mañana siguiente también, ¿por qué? Quieren que estén tanto el marido como la mujer para comerles la cabeza y engañar a los dos.

Recuerdo, otro recuerdo de la primera demostración, hacia el final, cuando ya ha concluido la demo, el comercial experto finge que habla por teléfono con un tal señor García, en realidad habla con su jefe compinche, amiguete, amante, le habla con respeto, le chupa la polla por teléfono, hace el ridículo, mi amiga, la madre de mi amiga, se dan cuenta de la farsa, el comercial cuelga, y les dice he conseguido una maravillosa oferta por 5200 euros, sólo por ser hoy, por ser el primer día para nuestro joven aprendiz, Peter, o sea yo.

Llego a casa, conduzco endemoniado en coche de mi madre, enfurecido, enfrascado en una pelea eterna conmigo mismo, por que me han vuelto a engañar, porque mi piloto de advertencia general ha funcionado perfectamente y yo no le he hecho caso.

Busco información en Internet, y descubro, confirmo el pastel, cientos de denuncias, de otros como yo, de gente pobre, sin ingresos, que han sido embaucados para conseguir un trabajo que no llega, un sueldo que no llegará, lo único que quieren de mí, es contactos, para vender sus productos, no quieren nada más, no me quieren contratar, si no consigo más contactos me echarán a la calle.

Busco más información, y más denuncias aparecen ante mis ojos, no soy el único, cientos de personas, cuentan lo mismo, diseminados por todo el imperio español. Voy esta mañana, y le digo a la mujer: “nos estáis engañando, nos estáis estafando”, se pone hecha una fiera, se le cae la máscara, se le cae la careta, veo la verdad, la fealdad. Se defiende con absurdos argumentos.

Me voy, vuelvo a casa. Pienso esto tengo que escribirlo, seguro que se me escapan detalles, seguro, porque han sido los 4 días más intensos y llenos de mentiras de mi existencia. Y por eso, lo escribo, para dar a conocer al mundo la realidad, estamos en crisis por los bancos, sí, por los políticos que gobiernan y roban a manos llenas, sí, estamos en crisis por la maldad de los empresarios, también, por supuesto, claro, sí, de acuerdo, OK… Asco de capitalismo, asco de democracia, asco de vanidad, y de embotellamiento dispar que separa nuestra existencia de la tenue luz del sol que ya no llega.

Soy Peter, estoy muerto, y escribo soy un zombie escribiente, soy un loco atormentado, soy un borracho, pero mi alcohol, han sido sus mentiras.

Mi coche sigue en el taller. Casi reparado, y yo sin 1400 euros, bonita vida ésta la mía”.

Fin de un experiencia de un parado.

EPI-LILA

Sábado por la tarde, julio, día 2, calor… podría hacer un montón de cosas esta tarde, pero para que voy a hacer algo que no me apetece hacer, podría ponerme a vivir, a quedar con unos amigos, o con unas amigas, podría llamar, establecer contacto, sonreír, hacer reír, divertirme, y poner el mundo patas abajo… es fácil, lo sé hacer, siempre lo hice, mi ADN está empapado en ello, pero ya no quiero. Ya no…


Ahora Epi, un perro que adopté en el año 2005, se debate, pero no tiene opción de elegir, la vida elige por él, anoche, por la tarde, a eso de las 20 y 40, otro perro, enorme, grande, de afilados colmillos, salió a su encuentro.


Cuando yo dejé de ser yo, o mejor dicho, cuando yo dejé de ser mi yo pre histórico, dejé a dos amigos en casa y me lancé a la aventura de la vida, del amor, y de la traición. Abandoné a Epi y a su inseparable amiga, Lila. Eran míos, y los dejé en casa, para irme, fuera, y lejos. En mi ausencia matrimonial, ellos tuvieron cientos de cachorros, y se hicieron inseparables. Lila fue el regalo que le dejé a Epi, para que nunca se sintiese solo. Mientras yo me alejé, como los barcos que se pierden de vista por el horizonte, como la muerte que se abalanza sobre tu espalda en cualquier instante. Como la vida que devora la vida, por simple apetencia.


Después volví, hace un año y medio, y Epi y Lila, me esperaban con los brazos abiertos, casi 4 años alejados de ellos, y ellos no tuvieron ni un gesto de rencor, de decir “pedazo de cabrón, has tardado 4 años humanos, 28 años caninos en volver, ¿te parece bonito?”, ¡qué va! No dijeron eso, no dijeron nada. Sonrieron, simplemente sonrieron, subieron a mi regazo y arañaron mi alma para plantar en ella una semilla más profunda que el amor, tal y como el mundo no entiende lo que es el amor.


Ahora Epi, está enfermo, y yo lloro, porque ayer no estuve a su lado para defenderle, de la brutal agresión, lloro, porque le veo sufrir, lloro, porque le quiero y le noto alejarse hacia un futuro sin mí, lloro porque Lila no sabe como reaccionar, porque Lila está enamorada de él. Ojala los humanos amasemos como aman los perros. Ojala los humanos entendiésemos la vida de forma natural y real, y no de fondos llenos de artifico.


Epilila… léelo más rápido: EPIPILA… pues eso. Sábado por la tarde, enfermero, busca su fe, enfermero busca sus medicinas, persona busca su alma… EH, PILILA…

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