ANTES Y DESPUÉS

Idea guión para una película, o para una serie de tv, sí mejor para una serie de tv que empieza y luego termina, con una estructura clara, y no como una de esas patéticas series de tv que abundan en nuestras parrillas televisivas… que de tanto alargar el chicle, se han quedado sin sabor y sólo masticas plástico insípido y rancio.


Es decir, que la serie, empezaría y 13 capítulos después terminaría, una serie de culto. ¿de qué iba a ir? Pues precisamente de eso, se abre de negro y se ve a un personaje, frente a una cámara de vídeo, está gordo, como no se llama Peter Lubosky, maldito personaje que siempre me acompaña, puta sombra sin esperanzas a una vida independiente de la mía… sigo… Peter enciende la cámara y se pone a grabar y empieza a hablar.


PL: mi nombre es PL, y peso 106 kilos. Mido 1,76 cm, por lo tanto de estas medidas uno puede deducir que soy un gordo, mis amigos, los de toda la vida me llamaban así a mis espaldas, pequeños vicios que tienen las personas de lengua bífida. El caso, es que esto que empiezo a grabar hoy, es el día a día de cómo voy a perder 32 kilos para quedarme a sí.


Se inserta una foto del futuro, PL, es él, pero delgado, con un aspecto saludable, con el torso desnudo, delgado, pero fibroso.


PL: sí, yo voy a llegar a ser es…


Y la serie de 13 capítulos alternaría momentos del antes y del después, de lo que PL hacía en su día a día, cuando era un peludo gordo cabrón y de lo que hace ahora, que se ha convertido en un spaghetti.

Pero la idea de la serie, más a llá de relatar las aventuras de uno que quería adelgazar, trataría el tema, sobre la felicidad, cómo ser puede ser feliz con mucho peso, y como se puede ser feliz con poco.

¿y el conflicto? Bueno, imagina, que cuando era un gordo, le gustaban todas las chicas, intentaba ligar con ellas, pero ellas, siempre lo regían, por su aspecto. A pesar de ello, PL, ensaya estrategias, se muestra como un tipo inteligente, divertido, de lengua rápida, astuto, cachondo, amante de la vida. Y en el después, ese carácter aún le acompaña, y ahora son as mujeres las que le asedian a él, todas quieren de él, lo que él quiso darles, antes, cuando era un gordo, sin embargo, lejos de aprovecharse de esta situación, PL, elige con quien y cuando quiere estar con alguien, en plan venganza contra las mujeres. Todo en tono de humor, absurdo, divertido. Por ejemplo escena.


PL está con un amigo, viendo fotos de chicas de amigas tipo red social….


AMIGO: has visto esta?

PL: muy guapa, pero no me interesa. Creo que está loca.

A: ¿y esta otra?

PL: esa otra es perfecta, pero si me acuesto con esa, después ya no me querré acostar con ninguna más…


Ojo! Habría que cuidar el tono , porque las feministas me podrían acusar de resultar un machista. Ya veo los titulares:


“director de serie de tv de culto acusado de machista”… pero bueno, esto es un brain stormnig, no y puedo decir lo que quiera.


¿qué más sucedería en la serie? Básicamente, se mostraría a PL intentando encontrar su sitio en la vida, es actor, por fin, PL no saldrá en alguna de mis creaciones como guionista, sino como actor, sí, bien, se empieza a desmarcar un poco de mí, le hacía falta. Lo vemos en diferentes pruebas de casting, cuando era gordo, como lo rechazaban precisamente por eso, lo vemos haciendo teatro, cuando era gordo, y o vemos en la actualidad, en series de tv, de éxito, todas las chicas del mundo quieren un autógrafo suyo.


Sin embargo algo pasa por su cabeza, en esa transformación física se metió y de que manera el mundo de las bicicletas, vemos a Peter en su bici, cuando era gordo, cuando empieza a pierde peso, cuando es delgado, por la montaña, rodeado de bosques de pino, de naturaleza salvaje, o por la ciudad, sorteando el tráfico, siendo un gordo y después delgado, y la serie termina en esta fallas pasadas, en un domingo por la tarde noche, sobre las 8 de la tarde, Valencia en fallas, calles cortadas y Peter delgado pedaleando y feliz por la ciudad, termina, en el paseo de la alameda, que está cortado al tráfico, y Peter se mete en la avenida y empieza pedalear, suelta, el manillar y alza los brazos, en señal de Vitoria, ha ganado, el qué? Ser delgado? no, en el amor.


En el amor? Claro, en todo esto, en la serie me refiero, tendría que haber un elemento femenino catalizador del deseo de cambio, de atracción, de seducción, una chica increíble, no tanto por su físico, que sí que también, sino por su ser, inteligente, divertida, sensible, la típica tía con la que todo el mundo quieres estar, porque es bella por dentro y bella por fuera. Y la chica le dice cuando cae en los brazos, de él:


Chica: cuando te conocí, yo te veía igual, incluso miro tus fotos de entonces y te veo así,

y él, se confiesa

PL: a mí me pasaba lo mismo, yo antes era así, y después gordo durante 10 años, pero me seguía viendo así. Simplemente, todo depende del cristal con el que se mira las cosas, el interior, en él, se haya todo tipo de respuestas.


Los diálogos tendrían que ser brutales, y crudos y divertidos y llenos de giros.


Antes y después, ¿la escribo? No lo sé, me lo pienso, en cuanto termine la trascripción de enero, me pongo en ello. Simplemente quería comentaros la idea, para ver que impresiones os da, un pequeño estudio de mercado directo. En fin, sean felices, que la vida son 4 días, y ya hemos vivido 2 días y medio.


Y toda la serie estaría salpicada con escenas de Peter hablando a cámara cuando era un gordo, el narrador siempre nos cuenta las historias desde el presente, estaría bien, mostrar al narrador imaginando como va a ser su vida y opinando sobre ello, conocedor exacto de su futuro…


Ale, voy a ver si termino con enero, que quiero ponerme a escribir esto.

Dust in the wind de mi corazón

Llevo días sin saber, llevo días en lo que todo me empieza a dar igual, días de vino y rosas, días de parpadeos y pensamientos, días, de rodar, de girar cual rolling stone, pero yo no soy una piedra, por primera vez en muchísimos años, yo, ya no me siento una piedra en la voz del gran jagger. No. Ni en su voz, ni en la voz de nadie, que quede bien clarito.


No sé que me pasa, no encuentro las palabras, y mira que busco, en los diccionarios, que siempre me han servido de muletas y apoyo, en los libros de mis grandes maestros, en los surcos de mis viejos vinilos, en la conciencia de mi conciencia… Llevo despierto desde el amanecer, desde mucho antes del amanecer, y ya es por la tarde, el sol se va, yo me quedo, viene la luna y la recibo con una sonrisa, me gusta sonreír a la luna, me gusta, sonreír en general, si todos pudiésemos sonreír de corazón… esto sería mejor.


Hedonista, tal vez, gilipollas, tal vez, enamorado, tal vez, aunque esto no es amor, es otra cosa, algo que no conocía, algo superior, pluscuamperfecto, idiotismo puro, sí, el corazón del revés y agitando palmas, taconeando sobre el tablao, cual gitana con su fandango y su bulería. El corazón no está enfermo, el mío, al contrario, está vivo y bombea y bombea, y yo me salgo de mi cuerpo y veo como bombea, como llena de vida cada minúscula parte y célula de mí.


Y tengo miedo, pero no como persona, tal vez como escritor, si es que lo soy, que lo dudo, en todo caso, a lo que aspiro, o aspiraba, porque ahora lo que aspiro es presente y quiero vivir para siempre en este presente, y eso que he tenido presentes largos, y profundos y arrebatadores, y lo que sea, pero este presente, es un presente distinto… y tengo miedo, ¿a qué? Siempre, al escribir, me refugié en el dolor, me sentí mejor lamentando y llamando a la puerta de la miseria, pero ahora ya no hay miseria, sólo sentimientos en estado puro y vivo…. ¿dejaré de escribir sin ese dolor que siempre me ha marcado? ¿dejaré de escribir? No, cambiaré el verso, y los verbos, los adverbios y los adjetivos, y llenaré cada poro de mi piel de sonrisas permanentes….


Sonrío, no puedo parar de sonreír. Antes en el coche, por la ciudad, iba sin música, en silencio, y me paré en un disco en rojo, y una moto con dos chavalitas se pararon junto a mi ventanilla, me miraron, yo las miré, y me dijeron: “te llevamos siguiendo desde hace 3 manzanas, porque nos ha extrañado tu sonrisa, ¿qué hace sonrías así?” el disco se puso en verde, y mi sonrisa se hizo más larga, más grande, más compacta, puse primera y aceleré, las chicas se perdieron en el abismo del tráfico y yo llegué a casa, me senté al sol de las 6 y cuarto de marzo, los perros revoloteaban a mi alrededor, y las abejas alrededor de las flores, y la tierra alrededor del sol, y la vida alrededor del universo. Y comprendí, lo vi claro:

Como un dust in the wind me siento, y no me importa, ni el éxito, ni la fama, ni el dinero, ni la falta de él, ni de trabajo, ni las enemistades, ni mi mala conciencia expulsada de mi cuerpo, ni mi nada. Sólo soy polvo, sólo somos polvo, por mucho que nos empeñemos en luchar contra eso, para perpetuar la especie, o un simple beso, o un simple sentimiento, aunque los sentimientos nunca son simples. Una partícula interestelar se ha metido en mi corazón y campa a sus anchas en él, y está bien, la conozco, a la partícula, es amiga mía, y la dejo, que disfrute, porque al disfrutar ella, me hace disfrutar a mí.


¡Hedonista! Grita la conciencia de la conciencia de mi infraconsciencia. Bueno, tal vez, ¿y qué? ¿hay algún problema en ello? ¿Te jode? Espero que no. He estado en la batalla con mi espada llena de sangre, y la cabeza de mi enemigo en mi mano, y mi armadura triturada, y mi heridas abiertas, y mi caballo muerto a mis pies por la punta de una lanza sobre la yugular de su hermoso cuello, y había muerte y destrucción, y hacía frío y oscuridad…. he vivido en la guerra…


Eso fue el pasado, y ahora, ya es presente, aquí, ahora, y no hay más Carpe diem, “muerde ese labio, encuentra esos ojos, piérdete por tu bosque, en la montaña de tus pechos, en los gestos de los quehaceres impropios de la ternura, muerde esa boca, y dime: ¿hay bocado más sabroso?” Dijo la serpiente a una tal eva.


El día se va, buen viaje, la noche se viene, cual carrusel, cual noria, cual brisa sobre tu pelo, cual sonrisa sobre tus-mis-nuestros labios y bocas.

PLUTONIO EN MIS OJOS

Me he despertado temprano, es absurdo ponerme el despertador, es incluso absurdo tener un despertador, es algo que no me hace falta para absolutamente nada.


Tengo insomnio, antes lo tuve, y ahora desde hace 3 ó 4 años no se ha ido, ya estoy acostumbrado. Cuando escucho a la gente que se queja porque solo han podido dormir 4 ó 5 horas, me río, ojalá yo consiguiese dormir 4 ó5 horas, si alguna noche lo consigo, voy a la nevera, y abro una botella de champán que tengo preparada para la ocasión. La botella lleva 3 ó 4 años en la nevera, sin descorchase, sin abrirse. Igual que mi sueño profundo.


Mis pies, de nuevo, torpes me han llevado hasta una encrucijada, hasta un cruce, con 10 bifurcaciones distintas, estoy en medio de este paradigma y no sé que dirección tomar, el sol sale por el este, el norte lo apuntala una estrella, en el sur ya viví y no me resultó satisfactorio, y en el oeste, del oeste viene el poniente, y no me gusta el viento de poniente.


Así que me siento en un bordillo, saco un cigarro, lo enciendo, y dejo pasar el aire sucio a mis pulmones limpios, debería dejarlo, debería irme, levantarme de este bordillo y empezar a correr, como Forrest Gump, simplemente correr hacia ninguna parte, sin ninguna dirección.


¿Seré que en el fondo soy como Forrest Gump y amo de forma equivocada? Es jodido, amar de una forma equivocada. Supongo que en estos años, he intentado aprender, pero realmente no sé si he aprendido.


Apago el cigarrillo sobre el asfalto, me incorporo de la acera, y oteo el horizonte, fijo mi vista, mis ojos buscan, pero no encuentran, no ven, no saben, no tienen. Ayer viví un día de una intensidad brutal, la noche anterior el insomnio me golpeó con fuerza, y apenas pude dormir una hora, a las dos y media de la madrugada parecía que mi cuerpo estaba poseído por algún demonio, o que me hubiese zampado un bocata gigante de plutonio, anoche a las dos y media de la madrugada, estuve a punto de coger la bici y ponerme a rodar, tengo luces, en la cabeza no muchas, pero en la bici, para la bici, tengo lucecitas, no lo hice, irme en bici. Me levanté, entré en Internet, o Internet entró en mi. Y a los 10 minutos ya no tenía ganas de seguir navegando, y el bajel pirata de todo mar conocido me lanzó a un océano plagado de tiburones.


Desde las dos y media hasta las 4 y media, di vueltas en la cama, conté ovejitas, intenté poner la mente en blanco, intenté hacer ejercicios de respiración, suave y diafragmática, hice miles de cosas, que no me sirvieron, me incorporé de la cama, cogí un libro, leí dos páginas y lo dejé, cogí otro libro y repetí el proceso. Me fui a la cocina y me preparé un café nauseabundo, no preguntes porqué, pero en mi casa el café es nauseabundo.


Por la mañana, el gallo del vecino empezó a cantar sobre las 6 de la mañana, fuera, la oscuridad era total, cientos de diminutas estrellas brillaban en la noche, yo asomado a la ventana de mi estudio, intentaba contarlas, dejé de contarlas, cuando llegué a 437 mil, y me puse a dibujar mentalmente uniendo con líneas invisibles cada una de las estrellas. Eso me mantuvo ocupado un rato, lentamente, la noche negra, se fue haciendo gris, y bajé al baño, a la ducha, 25 minutos después salía de casa, en el coche, al paro, llevaba todos mis documentos, preparados, para solicitar el paro, pero al llegar me dijeron que no iba a poder ser, que primero la inscripción y que después, la solicitud, otro día, en otra cola.


Salí del Inem, y me fui a ver a un amigo, encargué unas zapatillas, mejores que las que tengo para ir en bici, porque las que tengo que son marca dechatlon, son una porquería y me están matando la planta del pie derecho. Después me acerqué a Valencia, ya eran más de las 11, detuve el coche y me tomé un café en un bar súpercutre, pero que hacen un café súper potente y súper sabroso. Estuve a punto de besar a la camarera por hacerlo también. No lo hice, la camarera del bar súper cutre, también era súper fea.


Saqué la bici del maletero y empecé a rodar por la ciudad, me encontré con una buena amiga por la calle caballeros, actriz, alta, hermosa, talentosa, y un viejito, se acercó a hablarnos de economía, de los besos ahorrados y de los besos invertidos y de cual es el mejor tiempo para besarse. Mi amiga, la actriz y yo, el ciclista en paro, reímos. Me alejé moviendo de nuevo los pies arriba y abajo, sorteé coches y autobuses, y peatones, y policías, y palomas, y demás seres y enseres de la gran ciudad. Me compré un libro, ausencia de héroe de chinaski. Me puse a leer y después a escribir mientras el tímido sol del mes de marzo acariciaba mi ser de forma trémula. Llegó otra amiga, mi mejor amiga, y nos fuimos a ver la mascletá, los petardos hicieron su efecto en el cielo, en los pies, en mi cabeza, en mi ser, todo explotó en formas concéntricas y milimétricas, en la vida, los sueños, la ausencia de héroes, la cerveza en el estómago, la sequía en el corazón, la muerte en los cementerios, el sueño en las camas, la vida en los hospitales, el dinero en las carteras de los banqueros. Quise morir, ser un petardo y explotar. Sin embargo, me llevé a mi amiga y a toro amigo, a la calle Pelayo de Valencia, y los metí en un trinquet de más de 150 años de historia, mi amiga, se quedó perpleja mirando el local, el espacio, las dimensiones.


Se fue, y mi amigo también, y yo me fui con otros amigos a comer, mientras comentábamos tonterías sin parar, estaba famélico, no había comido nada, eran las 4 de la tarde, y llevaba despierto desde las dos y media de la noche anterior.


Comimos en un bar, bar, bar de los de toda la vida por un precio asequible, y me fui a dar clase a los aspeger, a mis chicos. Estaba agotado antes de entrar, y al salir 3 horas después ni te cuento. Llegué a casa a las 22 horas, y tenía la sensación de haber salido de esa misma casa tres o cuatro años atrás. Hasta tal punto llegó la intensidad de cansancio y cosas hechas. Cené algo, ligero, absurdo, me puse delante de la tele, podría haberme dormido, pero mi cerebro revivió y se puso a pensar en cosas. Maldito cerebro que actúa de forma independiente a mi voluntad. Me fui a la cama. Estaba agotado, eran las 12 y media, conté de nuevo ovejitas, me imaginaba un prado verde que una vez conocí en los picos de Europa, allá arriba en aquel paraíso llamado Asturias, me imaginé a las ovejas con su pelo largo, y rizado, brincando por encima de una valla no muy alta de madera y me puse a contar las que saltaban: 1, 2, 3…. 5.987…. y llegó el sueño, dos horas después, pensé que dormiría durante años, sin embargo, a las 4 y media de la madrugada, mis ojos se abrieron. Y mi cuerpo y mi mente y mi alma, estaban radiantes, como si de nuevo hubiese comido plutonio. ¿qué me pasa doctor? Si salto, puedo volar e ir hasta Nueva York en apenas 2 segundos. ¿por qué esta energía? ¿de dónde sale? yo no la he buscado.


Fui a la cocina, me preparé de nuevo un asqueroso café, y me acordé del asqueroso bar de delicioso café, quise cambiar las cosas mentalmente, y que el café de allí viniese para acá, y el de acá para allá. Pero mi mente todavía no mueve montañas, aunque a este paso todo se andará.


Abrí Internet, qué invento más absurdo, lo cerré en 10 minutos, abrí un libro, lo cerré a dos minutos, me hice una paja, tardé más de dos minutos, miré por la ventana y conté otra vez estrellas. ¿Por qué esta necesidad mía de contar las cosas? Ovejas, estrellas, mujeres hermosas que me roban el alma. Creo que soy una especie de coleccionista loco, y enfermo, y loco y enfermo. Sé que ya lo he dicho, pero es que creo que estoy loco y enfermo por duplicado.


Ahora, miro el reloj del ordenador, las 7:17 de 3 del 3 de 12, que sumando 2 más 1 también dan 3. Un día capicúa en una hora capicúa. ¿y el amor? Bien gracias. No es capicúa. Incompleto, no preciso, no definido, lo mejor para mí, vamos, que lo que me gusta es contar y clasificar, y ordenar. Pura anarquía. Bien.


El día de hoy va a ser más movido que el de ayer. Doctor, me pincha un poco de morfina por favor…

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