ENCUENTROS

 

Dos mujeres, aparentemente se alegran mucho de verse después de varios años. Sala de espera, hospital privado. No hay nadie más.

 

A: me alegro mucho de verte, gracias por….

B: no tienes que darme..

A: claro que tengo.

B: nada, el placer es mío, ya lo sabes.

A: para “él”, creo, que significa mucho que hayas venido.

B: y para mí, y para mí…

 

Sonríen, se miran…

 

A: estás igual.

B: y tú, y tú…

A: qué va, he engordado.

B: sí, ¿sí? No… ¿no?, quiero decir, no, no.

A:  sí, no te hagas la “educada”, salta a la vista.

B: no me había dado cuenta, de verdad, no me había…

A: gracias por no darte cuenta, debes ser la única persona que veo después de hace 3 años y no se da cuenta…

B: en serio, te veo genial.

A: gracias.

B: te veo igual de genial quiero decir...

A: no lo estoy. Estoy destrozada.

 

Silencio, A deja de sonreír. B se queda con sonrisa congelada.

 

B: ¿y los demás? ¿No me digas que he sido la primera?

A: no, casi.

B: ¿No? ¿Quién me ha ganado?

A: yo.

B: ya… pero tú estabas con él, así que no cuen...

A: yo creo que sí que cuenta.

B: vale, está bien, cuenta, tú has sido la primera, yo la segunda… ¿y los demás?

A: tendrían que haber llegado hace una hora.

B: igual están aparcando, es difícil, a mí me ha costado lo suyo, finalmente he parado en doble fila y he esperado a que otro saliese, he tenido suerte.

A: siempre la tuviste.

B: bueno, sí, un poco, me gusta pensar que esa suerte la busqué.

A: todos la buscamos, pero tú la tuviste.

B: sí. La tuve.

 

Silencio. Incómodo.

 

B: ¿cómo está?

A: ¿cómo quieres que esté?

B: no sabía si iba a venir, si quería venir. He dudado incluso cuando estaba parada en doble fila.

A: yo tampoco quería venir.

B: pero tú ya estabas…

A: no… no lo estaba, lo dejé.

B: oh.

A: sí.

B: oh, no sabía…

A: lo sé.

B: cómo fuiste tú quien me escribió contando, pensaba, di por hecho que…

A: lo sé.

B: ¿estaba solo cuando le pasó?

A: creo que no.

B: ¿con quién?

A: con ella.

B: ah.

A: sí.

B: ¿te refieres a…?

A: sí, creo que sí.

B: ¡qué hija de puta!

A: y él, él también.

B: sí, claro, me imagino, y ella ¿no ha venido?

A: de momento sólo estamos tú y yo.

B: ¿y a ti quién te avisó?

A: el muy imbécil no cambió los datos de la persona con la que debían contactar en caso de…

B: te pido perdón, sí, tú has llegado la primera.

A: ya te lo he dicho.

B: pensaba, joder, pensaba qué…

A: ya, olvídalo.

B: y como siempre me gusta llegar la primera, al llegar y verte, no sé, mi cabeza por, por… por asociación de ideas ha pensado qué tú y él estabais, que aún estabais... Y además cómo habías sido tú la que me había avisado… al llegar y verte, he pensado, “lo he vuelto a hacer, soy la primera”

A: es estúpido pensar en que siempre debas ser la número 1 en todo.

B: ah, eh… sí, sí, lo estoy trabajando con mi coach.

A: y aunque siguiese estando con él, yo seguiría siendo la primera que ha llegado, la primera que estaba.

B: bueno, técnicamente sí, claro.

A: ¿técnicamente?

B: sí, técnicamente.

A: ¡qué te den!

B: ¿cómo?

A: ¡qué te follen!

B: ¿qué estás?...

A: eres una hija de puta, siempre lo he pensado.

B: ¡qué?

A: cuando has llegado y te he visto no sé porque me he alegrado de verte, han sido 4 frases, durante 4 frases, luego he comprendido, he recordado lo zorra que eras, eres..

B: ¿qué coño estás?

A: estabas con él, ¿verdad?

B: ¿yo?

A: sí.

 

Silencio.

 

B: sí.

A: hija de puta.

 

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