Por ellas

La gente piensa, “ya que eres escritor, ¿por qué no preparas un texto para una especie de concurso de teatro o de microteatro?” Grandes ideas que tiene la gente, es como el futbolista que está retirado ya desde hace unos años, y lo convocan para jugar la final de la copa de Europa… pues así me siento un poco yo, retirado y oxidado, pensando en otras cosas…


¿Sabéis cuanto tiempo hace que no escribo teatro? casi ni me acuerdo, la última obra de teatro que escribí y dirigí data de 2005, y durante esa época seguí escribiendo teatro, pequeñas escenas, diálogos absurdos, pequeños divertimentos….


Pero ahora, la cosa se está poniendo seria. Fui a una fiesta, me sentaron junto a una chica guapísima, que no hacia más que flirtear conmigo delante de su novio, se mostraba simpática, y muy agradable, yo ese día así que estaba simpático, desinhibido, gracioso, y sin darme cuenta también flirteé con ella… ¿sin darme cuenta? ¿soy capaz de flirtear con mujeres sin darme cuenta? ¿acaso soy mejor flirteando con las mujeres que escribiendo teatro? Por supuesto, mucho mejor, soy el mejor flirteando… desde luego mucho mejor que escribiendo teatro.


Escribí 3 obras de teatro, estrené dos de ellas, a nivel amateur, con aficionados, la gente rió y se emocionó… pero no pasarán a la historia, en todo caso, pasarán a mi historia, a mi currilucum, que por cierto, es una de las palabras más feas que existen… currículum, señores inventores del lenguaje, ¿a qué juegan inventando estas palabras?...


El caso es que la chica de la fiesta me habló del tema ese, “del microteatro”, me explicó, “es en Madrid”, “y bueno, la cumpleañera de la fiesta, me ha dicho que eres guionista, podrías escribir algo” claro, como si fuera tan fácil, o tan difícil, no existen cosas fáciles, existen pensamientos que puede ser fácil llegar a ellos, pero escribir nunca fue fácil, se requiere de un gran esfuerzo, de un…. De un amplio vocabulario, y si te quedas sin palabras, entonces dedícate a otra cosa, a recoger margaritas del campo, o a recoger amapolas, ten cuidado, porque cuando las recoges, se les cae los pétalos…


Dichosa es la tecnología, estaba en la fiesta, y con mi móvil, mirando las bases del microteatro, y veo, que el siguiente plazo finaliza el 10 de enero… y que el tema sobre el que hay que escribir es “por ellas…” por ellas, ¿por ellas? Qué significa eso? Significa que tengo que hablar, o mejor dicho escribir sobre ellas… bien, esto lo puedo hacer, por mí, primero, pero por ellas también.


Sin mujeres no existirían hombres, ¿por qué? Es obvio ¿no? Ellas dan a luz… nos llevan en sus vientres y 9 meses después, nos expulsan al mundo exterior…. Vaya chorrada de idea, ¿así es como pretendo abordar el tema de “por ellas”?… bueno, podría hacer algo de historia, y hablar de las grandes mujeres de la historia de la humanidad, la primera sería, Eva, de Adán y Eva… qué fíjate si es machista la historia, e incluso la Biblia, que la conciben, o le dan vida a través de una costilla de Adán, que importante es el hombre y que poco importante la mujer… pero en realidad, Adán y Eva, no existieron, así que es mejor que no hable más de ellos… otras mujeres importantes de la historia…. La virgen María, más de lo mismo, se supone que a la pobre la preñó una paloma con un micropene… ey, eso está bien, podría hablar de cosas pequeñas, micro teatro, micro penes, micro… micro…. Idea deshechada, hablaré de otras cosas… de mujeres, por ellas. Maldita sea… ¿más mujeres históricas? Eh…. Santa Teresa… vaya tela, llevo tres mujeres y las tres tiene que ver con Dios, ¿acaso seré creyente, a pesar de creerme ateo…? pensará sobre ello, también otra mujer sobre la que escribir, podría ser Isabel la Católica, de esa sé algo más, que era bastante fea, y según la moda de su tiempo, no se duchó jamás, con lo cual, eso de ahí abajo, debía de oler a…. De solo imaginarlo, me da algo…. ¿voy a escribir un micro monólogo sobre los olores de Isabel la Católica…? No me vale, piensa en otra mujer…


Podría escribir sobre las mujeres feministas de los años 60 y 70… podría hablar del término histérico/a, que proviene del latín, y significa en su origen, útero, es un término despectivo que inventaron los hombres para calificar a las mujeres cuando tenían esos días del mes, donde les cambia el humor, y donde les cae la de Dios por sus partes íntimas… (otra vez hablando de Dios, obviar, revisar, ir al psicólogo, al psicoanalista, y que me estirpe ese razonamiento teológico)… ¿y las feministas que tiene que ver con todo esto? Eh… bueno, el término histérica creció y evolucionó, y a muchos hombres cuando se ponen nerviosos y ansiosos, también se les aplica dicho término… pero las mujeres, en plena revolución de sujetadores fuera, tetas para afuera, pensaron, incluida Afrodita la mujer de Mazinge Z: “inventemos un término para designar a los hombres que durante esos días del mes, que no follan y se ponen nerviosos como perros hambrientos…” y de testículo, sacaron, el término testérico…


Bueno, ¿esto es cierto? Lo cierto es que me lo enseñó una mujer histérica en la facultad y nunca comprobé sus fuentes, aunque esa historia está bien… ¿y voy a escribir sobre ello para el micro teatro?


Piensa Peter, piensa… ¿acaso no hago otra cosa que pensar? Quizás debería haber elegido otra profesión, otro modus operandis de ganarme los macarrones… ¿qué otra cosa? ¿qué otro oficio? Tonterías, eres escritor, soy escritor y guionista y en alguna ocasión, dramaturgo, así que, tienes-tengo que centrarme y escribir sobre ellas, por ellas… es curioso el tema que me dan para este mes, es curioso, porque hace unos años dirigí un cortometraje que se llamaba “Todo fue por ellas”, así que no es tan difícil, no existen temas difíciles, existen bloqueos, pero no temas difíciles, hombre, si tuviese que escribir sobre la radioactividad, sí que sería un tema difícil, hace un par de años, tuve que hacerlo, una empresa tecnológica, me pidió un guión sobre su actividad, o mejor dicho, radioactividad… y lo hice, fue difícil porque tenía que leer y comprender ciertas cosas físicas y químicas… y yo de eso hace años que lo olvidé todo… pero esto es más fácil, mujeres, joder, no sobre joder mujeres, sino, MUJERES, por ellas…


Podría escribir sobre mi matrimonio… estuve casado, ya no, estuve casado casi 3 años, y después de divorcié, mi mujer era guapísima, y especial, el problema es que no sólo yo pensaba que era guapísima y especial, lo pensaban el resto de hombres, y ella terminó por hacer caso más a los otros hombres que a mí, y finalmente la historia, mi historia de amor se rompió… ¿de verdad quiero escribir sobre mi fracaso matrimonial? Nooooooo.


Podría escribir poniéndome en la situación de una mujer… claro, que si yo fuese una mujer, sería lesbiana, paso de meterme cosas horribles por la boca, cosas masculinas, me gustan mucho más, meterme cosas femeninas, claro, siempre y cuando se limpien, no vaya a ser que me toque una Isabel La Católica en potencia, en cuyo caso, preferiría liarme con un travesti, que algunas o algunos, son mucho más atractivas y femeninas que ciertas mujeres… sí, ese, podría ser un punto de arranque… las mujeres, el feminismo, y el lesbianismo, sí, lo reconozco, soy un hombre obsesionado con esos tres temas, vamos, como casi el 95 % de los hombres ¿y el otro 5%? Son homosexuales…


Vale, perfecto… vamos allá… hace 5 años conocí a una mujer, guapísima, morena… se parecía hasta la extenuación a un mujer de mi adolescencia, a una mujer preciosa de mi adolescencia, a una mujer a la que nunca besé, y a la que siempre quise besar… el caso, la situación, es que un hombre, como yo, conoció a una mujer preciosa, delicada, femenina, hermosa, deliciosa, con un solo detalle erróneo, ¿cuál? Exacto, era lesbiana, pero eso no fue motivo suficiente, para dejar de insistir en mi intento, de la mujer hermosa a la cual quise enamorar… ¿y qué pasó? Nada, era lesbiana… nos hicimos amigos, muy buenos amigos, y como en mi adolescencia, me quedé con ganas de besarla… ahora bien, la mujer de mi adolescencia no era lesbiana… no, no lo era… ¿y bien? Y bien, nada… piensa en otro tema…


No, en otro tema no, piensa en otra historia… quizás debería comprarme una grabadora, porque estos brainstorming que hago, luego se quedan en eso, en brainstorming, y como no apunto nada, pues al final, únicamente me sirven para pensar, para desbloquear, sí, soy estúpido, como el resto de hombres…


Podría hablar sobre mi madre, que se separó de mi padre cuando yo tenía 3 años, y nos sacó adelante a mi hermano mayor y a mí, ella sola, cosiendo, por las noches, estudiando por el día, trabajando hasta la extenuación, sí, señor, toda una mujer… adelantada a su tiempo, en aquella época, mi hermano y yo, éramos los únicos niños de padres separados del colegio, de un colegio con más de 1000 niños… así, que aquí estoy, madrugada infinita, y pensando en escribir sobre mi madre… ¿qué más podría decir de ella? Eh, hum… yo… a lo mejor…


Mierda… pienso en las mujeres de la historia, en las mujeres de mi vida, en sus motivos y en sus motivaciones, en sus historias particulares… pienso en las mujeres, en el esfuerzo tremendo de ellas por soportar a los hombres… dice, el refranero español, que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, ¿eso será cierto? Si eso es así, a mí me falta una gran mujer, para llegar a ser un gran hombre… podría poner un anuncio en Internet: “busco a gran mujer para que me convierta en gran hombre, por gran mujer entiendo que no sea gorda, no me gustan las gordas, sexualmente hablando, porque…” ¿qué gilipolleces estoy diciendo? Piensa, joder, ¿eso es todo lo que se me ocurre?


Recapitulemos, salgo a escena, y me presento, hola soy Peter Lubosky, que a pesar de mi nombre y mi apellido, soy español, es una larga historia para explicar en un micro espacio teatral… y doy paso, mi guión da paso a hablar sobre las mujeres de mi existencia. Y termino por decir, “yo escribo, porque en el fondo, lo que quiero es hacer reír a las mujeres”, está bien, hacer reír a los hombres, pero para mí una de las cosas más sexis es la risa de una mujer, así, que escribo porque mi deseo, mi objetivo es que toda mujer se ría conmigo, o que simplemente se ría, con eso me basta, ir a un bar, sentarme al lado de un grupo de féminas, y escuchar sus risas, después irme a casa, y masturbarme, y pensar, “esto, es por ellas…”


Bien, muy bien, empecemos de nuevo, el tema es “por ellas”, no la masturbación, aunque sea mi deporte favorito, y de eso, no creo que vaya a conseguir que muchas mujeres se rían, claro, que si encuentro a una sola mujer que se ría, de que mi deporte favorito es la masturbación, entonces, a lo mejor estaré ante la verdadera mujer de mi vida… y después de cada acto de onanismo, la podría llamar por teléfono y decirle, “lo hice por ti, preciosa…”


Si yo fuese una mujer, y un hombre me llamase para decirme eso, ¿qué pensaría de dicho hombre? Eh… está bien, pensaré en otra cosa…


Quizás, debería operarme, ya que me gustan tanto, las mujeres, quizás debería cortarme el pajarito y los huevos, y ponerme tetas, si yo fuese una mujer, no haría otra cosas que tocarme las tetas… típico pensamiento machista… tampoco me vale, ya no se lleva, además corro el riesgo de que las feministas me acusen de testérico, es decir, de pensar más con ciertas testas, que con la cabeza… pero es que muchos, de nosotros, por lo menos yo, pienso más con ellos… ¿sí? Creo que sí, está bien, me voy al baño y me miro los huevines, y les digo: “pensar en un texto, en un tema, en un micromonólogo, el tema es por ellas y escribir por mí, mandar a mis dedos una señal luminosa de creación y recreación de historias personales…”


Seguro que mis huevos, se sienten muy dignos, y escriben una hermosa alegoría sobre las mujeres, algo mucho mejor que mi oxidada y enferma cabeza…

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