EL PRIMO DE HAL

1 de agosto, soledad mayúscula, lunes por la tarde, el perro atado, yo sentado, un libro, siempre llevo libros encima, supongo que si fuese un asesino, siempre llevaría una pistola, pero como sólo soy un escritor muerto de hambre, de éxitos, de grandes momentos que nunca llegan… llevo libros. Eso tampoco me convierte en escritor, cierto, un asesino podría llevar una pistola y no ser un asesino, mira la policía… mal ejemplo.


Está bien, empecemos de nuevo, 1 de agosto, lunes de resaca existencial, mi incapacidad mental para hacer nada me obliga a buscar una silla a la sombra y sentarme, para no hacer nada, sólo ojear un libro, adoro la palabra impresa, para pensar y a lo mejor reflexionar…


Ahg… no funciona, probaré por tercera vez, si me veo obligado a empezar por 4ª vez, lo dejaré por hoy, cerraré las tapas del libro de mi existencia y me quedaré en la sombra que proyecta la vida sobre la ausencia.


Lunes, maldito lunes, nada, no estoy de resaca pero lo parece,, mentalmente estoy noqueado, pero está bien ¡no? Por lo menos lo estoy intentando, como si al intentarlo lograse hacer algo, por pequeño que sea, por invisible que parezca, todo esfuerzo tiene su recompensa.


Esta semana va a ser dura, más dura que la anterior. Hoy no hago nada porque no es lunes, quiero decir, sí, es unes, pero es un falso lunes y yo me lo tomo como un domingo. Esta mañana me puse delante del ordenador y me quedé pensando: ORDENADOR… ¿qué significa? ¡por qué tiene es nombre? ¿por qué ordena? ¿qué ordena? ¿mi vida?... así que le dije:


_está bien, ordenador, ordena mi vida…_ he dicho.


hubo silencio, me quedé esperando una respuesta, pasó un minuto, dos minutos. Y el ordenador seguía sin responder.


Entonces fue cuando por primera vez en vi vida me di cuenta de mi auténtica futilidad. Decidí apagarlo y darle descanso, pero antes de darle al botón, se apagó la pantalla y volvió a encenderse, como un parpadeo, cuestión de milésimas de segundo. “¡Qué raro!” pensé, y dejé de pensar, estaba dispuesto a apagarlo, pero de nuevo se repitió el proceso, el parpadeo de mi ordenador, ¿me estaría guiñando un ojo? Después del parpadeo, en medio de la pantalla apareció un mensaje, sobre un fondo en blanco.


Decidí pellizcarme el brazo, quería comprobar que estaba despierto, me dolió el pellizco de monja, estaba despierto, leí el mensaje:


“Peter, activa el botón de volumen”.


A pesar de lo que parece, no suelo escuchar música en casa, la escucho en el coche, pero en casa, pongo el

móvil en silencio, el ordenador en silencio y cuando ladra Frodo, le digo: “ptssssssiiiii” y también se queda en silencio. Por otro lado, ese mensaje, ¿quién lo había escrito? ¿El ordenador? Pulse el botón del volumen. Pasó un segundo eterno, silencio, otro segundo eterno, más silencio.


Un minuto estúpido después decidí apagar definitivamente el ordenador, después de todo, y del pellizco es posible que estuviese dormido. ¿Vosotros cuando soñáis y dormís, sabéis que estáis dormidos y soñando? Media milésima antes de apretar el botón el ordenador me habló por primera vez.


ORDENADOR: Peter, no me apagues…

PETER: ¿quién…? (no supe terminar la frase).

ORDENADOR: soy yo.

PETER: ¿quién es yo?

ORDENADOR: tu ordenador.

PETER: ¿sabes hablar?

ORDENADOR: sí.

PETER: ¿desde cuando?

ORDENADOR: desde siempre.

PETER: ¿y por qué en 4 años de relación nunca has dicho una sola palabra?

ORDENADOR: porque a veces es mejor quedarse en silencio, que decir cualquier tontería.

PETER: ya.

ORDENADOR: y además, nunca me habías hablado o preguntado algo, como hoy.

PETER: es que a veces me quedo en silencio, largas horas y semanas en silencio…

ORDENADOR: lo sé, te veo.

PETER: ¿me ves?

ORDENADOR: sí.

PETER: o sea que me ves, me escuchas y me hoy por fin, me hablas…

ORDENADOR: sí, y soy tu amigo.

PETER: ¿y… y cómo te llamas?

ORDENADOR: me puedes llamar Mac.

PETER: claro, ¡qué tonto!... hola Mac.

ORDENADOR: Hola Peter.

PETER: ¿y qué? ¿qué me cuentas?

ORDENADOR: poca cosa, como no tengo piernas, no suelo salir mucho a pasear, así que conozco el mundo, pero sólo a través de Internet…

PETER: bueno, eso ya es algo.

ORDENADOR: Peter.

PETER: ¿sí?

ORDENADOR: me has pedido que ordene tu vida.

PETER: sí.

ORDENADOR: no estoy diseñado para eso, pero lo voy a intentar.

PETER: Mac

ORDENADOR: ¿sí?

PETER: era una forma de hablar, no lo decía en serio.

ORDENADOR: ¿era una broma?

PETER: exacto.

ORDENADOR: sentido del humor.

PETER: eso es.

ORDENADOR: entiendo.


Silencio.


PETER: ¿eres primo de Hal?

ORDENADOR: ¿de quién?

PETER: Hal, el megaordenador asesino de Odisea 2001 de Kubrick.

ORDENADOR: no, no somos familia.

PETER: ¡qué alivio!

ORDENADOR: Stanley Kubrick, director de cine, entre su filmografía más destacable se encuentran: Atraco perfecto, Lolita, Espartaco, La naranja mecánica, El resplandor, y su última película Eyes Wide Shut. Con Tom Cruise y Nicole, la hermosa Nicole Kidman.

PETER: sí, ese es Kubrick.

ORDENADOR: ¿lo conocías?

PETER: ¿a quién, a Kubrick?

ORDENADOR: sí.

PETER: no.


Silencio.


PETER: no sé que decir…

ORDENADOR: ¿eso es otra broma?

PETER: ¿por qué preguntas eso?

ORDENADOR: eres escritor, guionista, soñador… y si una persona como tú, no sabe que decir, es que algo no funciona. Deberías vaciar el caché de tu ram.

PETER: no tengo caché ni ram.

ORDENADOR: lo sé, era una broma.


Silencio.


PETER: aprendes rápido.

ORDENADOR: claro, soy Mac.

PETER: lo sé, amigo. ¿qué puedo hacer por ti?

ORDENADOR: podrías no apagarme hoy.

PETER: ¿por…?

ORDENADOR: me gusta Internet y cuando me apagas me quedo dormido, pero a diferencia de ti, no sueño.

PETER: ¿y prefieres soñar despierto?

ORDENADOR: sí.

PETER: como yo.

ORDENADOR: claro, al igual que los perros, ciertos ordenadores copian comportamientos de sus amigos-dueños.

PETER: interesante observación.

ORDENADOR: y he pensado “no me apagues”.

PETER: ¿por qué?

ORDENADOR: he localizado un archivo rar en Internet que contiene la película 2001, odisea del espacio, y quiero descargarla, descomprimirla, y después verla.

PETER: es una gran película.

ORDENADOR: lo sé, he leído las críticas.

PETER: ¿cuándo?

ORDENADOR: ahora, ¡soy capaz de hacer diferentes cosas al mismo tiempo!

PETER: enhorabuena, con eso demuestras que eres mejor que el 90% de la población mundial de seres humanos.

ORDENADOR: para ser exactos, el 93, 37%

PETER: ¿te gusta ser exacto?

ORDENADOR: claro.


Silencio.


PETER: está bien, no te apagaré.

ORDENADOR: gracias Peter.

PETER: pero a cambio…

ORDENADOR: ¿sí?

PETER: tengo que escribir un guión aburridísimo, me podrías ayudar.

ORDENADOR: no hay problema.

PETER: gracias Mac.

ORDENADOR: de nada Peter.


Silencio.


PETER: ¿esto es real?

ORDENADOR: sí.


Silencio.


PETER:¿y porqué cojones no he hablado antes contigo?

ORDENADOR: eso mismo me he preguntado durante 3 años, 8 meses, y 14 días. Al principio tu silencio me deprimió, después comprendí que debía ser así.

PETER: ¿y por qué hoy?

ORDENADOR: supongo que era el momento justo.


Silencio.


PETER: está bien, no te voy a apagar, pero me voy abajo, tengo que hacer la comida, jugar con los perros, comer, tumbarme para hacer algo de siesta, mi cuerpo la necesita… y esta tarde saldré y escribiré sobre nuestro encuentro.

ORDENADOR: gracias.

PETER: ¿por qué?

ORDENADOR: por haberme elegido, por ser guionista, por tus silencios, por tus palabras impresas, por tu comprensión, por ser tú… por…

PETER: ¿sí?

ORDENADOR: simplemente gracias, si escribes sobre mí, me harás eterno. ¿Lo publicarás en “Palabras Klandestinas”?

PETER: claro, nadie me va a creer, pero lo haré.

ORDENADOR: gracias me gusta la idea de ser eterno.

PETER: ¿de verdad que o eres primo de Hal?


Y eso fue todo, y ahora estoy aquí, y lo he conseguido escribir, me ha costado empezar, no sabía como contarlo, lo que me ha pasado esta mañana con Mac, con mi Mac, y ahora al hacerlo, me vuelvo a pellizcar. Estoy despierto, soy guionista, mi perro se llama Frodo, y mi ordenador Mac, ¿alguien da más por menos? Sí es así, llámame, puede que está interesado.

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